Las sansevieras son unas de las plantas de interior más fáciles de cuidar, todoterreno y prácticamente indestructibles. Su color verde hacen que resalten en la decoración de nuestro hogar y son perfectas aliadas para purificar el ambiente.

Minimalismo interior

Son plantas únicas, no solo por su gran efecto decorativo si no porque están hechas a prueba de descuidos (lo único que las puede matar es un exceso de agua).

Su seña de identidad son sus hojas, las cuales podemos encontrar de forma variada. Largas y planas, cilindricas y hasta de color variegata.

La sanseviera más popular sigue siendo la trifasciata Laurentii, de hojas largas y torsionadas de color verde, con los bordes de color amarillo. Dentro de esta gama encontramos la variedad Hahnii, que forma un conjunto de unos 15-20 cm de alto, de color verde oscuro con un suave veteado verde claro o blanco, e incluso con margenes dorados en la variedad Golden.

Desde hace casi 20 años se empezaron a ver una variedad de sanseviera muy novedosa. La Sanseviera cylindrica, cuyas hojas surgen a modo de lanza o manojos. En algunos ejemplares incluso las veremos trenzadas.

La variedad Kirkii son más pequeñas y tienen sus hojas finas y aguzadas.

Cuidados

• Riego: Es importante comprobar que el sustrato esté seco antes de regar. No te excedas con el agua; un exceso puede causar pudrición del rizoma y la base de las hojas. En invierno, hay que extremar las precauciones, mejor no regarlas durante esta época. Como son plantas suculentas, no necesitan mucha agua.
• Ambiente: Necesitan luz para que sus colores luzcan vivos, aunque se pueden adaptar a otras condiciones. Si se decide cultivarlas al aire libre será necesario buscarles un sitio en semisombra; el sol directo puede provocarles quemaduras.
• Abono: Son plantas originarias de tierras pobres, por lo que no precisan mucho abono. Se les puede dar guano líquido o un fertilizante de plantas verdes diluido en agua y dosis reducida, cuando necesite regarse (en primavera y verano y espaciando el abonado con un mínimo de 3 semanas de diferencia).
• Plagas y enfermedades: No suelen ser plantas a las que les afecten las plagas, como mucho la cochinilla cerosa y la algodonosa, que deben de eliminarse nada más se detecte. La enfermedad que más le afectan a las sansevieras son los hongos derivados de la pudrición, que surgen por un exceso de riego.
• Transplante y multiplicación: Al igual que otras suculentas, a las sansevieras les gusta vivir apretadas y cuanto más mejor. Cuando los hijuelos son tantos que ya no cabe en la maceta, o el rizoma empieza a asomar por los agujeros del tiesto, es momento de trasplantarla a un recipiente un poco mayor, separar los hijuelos o dividir el rizoma. Marzo y Abril son los meses ideales para estas tareas. Si decides cambiar de tiesto, busca uno con agujeros en la base, en el fondo pon una capa de grava volcánica y añade un sustrato que contenga fibra de coco, perlita o turba rubia gruesa para asegurar un buen drenaje. Si decides extraer los hijuelos, déjalos en agua hasta que emitan raices y puedan prosperar con seguridad.