La situacion que se ha planteado en estos últimos meses va hacer que pasemos más tiempo dentro de casa. En esta nueva normalidad nos sentiremos más hogareños y que mejor excusa para aprovechar todos los beneficios que proporcionan las plantas.
Las plantas aportan numerosos beneficios medioambientales: producen oxígeno, captan dióxido de carbono, generan humedad y filtran sustancias volátiles… También sabemos que su presencia tiene un impacto positivo en el estado de ánimo: las plantas nos hacen sentir más alegres, el verde nos relaja y apacigua, cuidarlas nos distrae del agobio del día a día, nos piden que nos movamos para atenderlas y disfrutarlas… Ya solo esto justificaría llenar la casa de plantas.
El poder curativo de las plantas
Sacks escribió que en 40 años de práctica médica solo había encontrado “dos tipos de terapias no farmacéuticas importantes para pacientes con enfermedades neurológicas crónicas: la música y los jardines”. “No puedo decir exactamente cómo ejerce la naturaleza sus efectos calmantes y organizativos en nuestros cerebros”, admitía, “pero he visto en mis pacientes los poderes reparadores y sanadores de la naturaleza y los jardines, incluso en aquellos con discapacidades neurológicas profundas. En muchos casos, los jardines y la naturaleza son más potentes que cualquier medicación”.
Cómo practicar la biofilia en casa
¿Qué tienes que hacer para que las plantas conviertan el espacio donde teletrabajas en un ambiente más placentero, saludable y bonito? Es fácil: dejar que el verde del follaje y su frescor ejerzan sus múltiples funciones, entre ellas contribuir al relax y aliviar la ansiedad, una necesidad imperiosa a estas alturas.
Para reconectar con la naturaleza dentro de casa basta la compañía de alguna, varias o muchas plantas —la variedad de especies y tamaños es muy amplia—, ¡todas las que quepan!

• Piensa en las plantas como la característica más importante del espacio. Esta es la regla de oro del diseñador Alexander Bond, fundador de Biophilic Designs, en Londres. “Estamos habituados a verlas y tratarlas como un elemento accesorio, pero si la oficina en casa se enfoca en las plantas como un rasgo principal, todo el ambiente se percibirá de inmediato mucho más natural y libre”, sostiene. Convencido de que los seres humanos no están hechos para trabajar en un entorno sin plantas, sus masterclass de diseño con plantas son toda una fuente de consejos. Aquí van otros dos:
• Escoge las plantas adecuadas. El diseñador asegura que las diferentes plantas provocan distintas emociones, de modo que es importante decidir cuál o cuáles se quieren como compañía. Una forma de averiguarlo es visualizar con calma la atmósfera de trabajo que se desea y hacer la selección a continuación. Las opciones son muy amplias: plantas verdes de aspecto plumoso y suave como las palmeras y los helechos, de hojas anchas y blandas como los espatifilos, frondosas como los ficus, sofisticadas como las orquídeas y bromelias, o llenas de pinchos —¡todo un carácter!— como las yucas y cactus…
Es fundamental que tengas en cuenta las dimensiones del espacio: plantas pequeñas para los pequeños, o solo una e importante en un rincón estratégico. Recuerda también que puedes recurrir a las plantas colgantes, tan decorativas, que producen un gran efecto desde tiestos suspendidos o colocadas en muebles altos.
• Sé táctil con tus plantas, recomienda Alexander Bond, ya que tocarlas conecta con la naturaleza. Se trata de tener un vínculo con ellas, una relación que se construye con los cuidados y el disfrute.