La orquídea Dendrobium se caracteriza por su resistente tallo desde el cual emergen sus idiosincráticas flores, que pueden desprender un ligero aroma dependiendo de la variedad.
Es de la misma familia que la Phalaenopsis, la Cambria y el Cymbidium, y se caracterizan
por su clásica estructura de flor con tres sépalos, tres pétalos (el pétalo basal o labio forma
el labelo y adopta una forma peculiar de barco o espuela) y el gimnostemo o columna.
Origen
Las Dendrobium crecen de forma silvestre en torno a un extenso territorio triangular que se
extiende desde el Himalaya, el sur de Japón, Australia y Nueva Zelanda. A menudo crece
como una planta epífita en árboles, absorbiendo los nutrientes que encuentra en ellos.
Cuidados básicos
● La orquídea Dendrobium prefiere una temperatura ambiente de entre 18 y 25 ºC.
● La planta requiere de un espacio luminoso y puede tolerar el sol directo en los
meses invernales, pero no desde abril a octubre.
● No necesita demasiada agua, con regarla una vez por semana es suficiente, aunque
no hay que dejar que se seque del todo. El mejor en este caso el defecto que el
exceso, pues sus hojas podrían amarillear.
● Déjala descansar entre 6 y 8 semanas tras la floración y mantenla más seca, a una
temperatura sobre los 15 ºC. La planta generará nuevos brotes como estrategia de
supervivencia. Durante este período no necesita mucha agua pero una vez han
surgido los nuevos brotes puedes volver a darle los cuidados habituales.
● Nunca la sitúes cerca de frutas o verduras, pues éstas desprenden etileno. Si lo
haces, los brotes de la Dendrobium caerán y por lo tanto no florecerán.