En verano, el calor, el sol abrasador y la sequedad suponen un reto para las plantas. Además es tiempo de vacaciones y se quedan solas. ¡Toma medidas!
1- Regar: En estos meses, tus plantas dependen más que nunca del riego, sobre todo las herbáceas, las más sensibles a los golpes de calor. Los sistemas por riego automático por goteo y aspersión les asegurarán la provisión necesaria de agua y te ahorrarán trabajo. Riega por la mañana temprano y/o al anochecer.
2- Controlar las plagas, hongos y malas hierbas: Vigila la presencia de plagas y enfermedades en tus plantas y aplica los fitosanitarios adecuados. No dejes que las malas hierbas florezcan y semillen; escárdalas o arráncalas manualmente en cuantos las veas aparecer.
3- Abonar: En la primera quincena de julio sigua aportándoles a tus plantas de flor un fertilizante rico en fósforo y potasio.
